Los Patios.

Hoy vamos a hablaros de los los patios cordobeses.

Los patios hablan, los patios oyen, en suma los patios sienten. Eso es al menos lo que ha dicho la Unesco sobre los patios de Córdoba, que esta semana han sido declarados patrimonio inmaterial de la humanidad. Claro que hay sentidos en las personas que se ven a las claras, pero cuando lo que es no está tan visible se requiere una cierta connivencia entre objeto y sentido que va más allá de lo corriente. En eso estamos cuando hablamos de los patios cordobeses.
El alma de los patios es el mismo alma de las personas. No vivimos por sí ni para estar, vivimos porque nos comunicamos, nos contamos cosas, nos sensibilizamos con nuestras interioridades. Cuando hablamos decimos cosas del aquí y de allí pero sobre todo damos cuenta de un yo que sufre, ama, se solidariza, se preocupa de otros, y desea que todo vaya mejor. No queremos tanto riquezas materiales sino riquezas incombustibles al instante. Deseamos sentir y querer, y que nos quieran. Todo lo anterior está en los patios de Córdoba

En los patios no hay coches, no hay prisa, no hay soledad, existe un embrujo de aire fresco, flores vivas, en suma un alma que late dentro de un espacio público llena de personas que son eso, personas que no compite, sino que abren sus manos, su corazón y su alma