viernes, 31 de mayo de 2013

La felicidad.

La felicidad consiste en es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. 

La felicidad consiste para mí estar en una armonía con Dios en una unión con él y como dicta el cristianismo expresa en la vivencia de las bienaventuranzas y las enseñanzas de la Biblia (especialmente los evangelios) y en el seguimiento y comunión con Cristo resucitado a través del Espíritu Santo. Actualmente creo que vivimos en un mundo donde tenemos un concepto de felicidad equivocado, lo asociamos al tener más si tienes más eres más feliz, yo no creo eso pero mucha gente tiene anclado ese concepto erróneo de felicidad. También asociamos la felicidad a los bienes materiales pero éstos tienen un gran problema que siempre queremos más, por ejemplo, si nos compramos algo que nos gusta mucho (zapatillas, camisa etc)  y ahora le vemos a un amigo nuestro con lo mismo puesto nos cabreamos, pues ya no somos felices. Otra es los bienes materiales, tenemos esa “felicidad” en el momento en el que adquirimos algo, pero esto tienen un gran problema y es que no nos dejan insatisfechos porque siempre queremos más y más con lo cual nunca son felices, es una felicidad falsa. Según me dictan mis principios morales yo creo que la felicidad se alcanza cumpliendo los Diez Mandamientos y como he dicho anteriormente siguiendo las enseñanzas de los evangelios y la bienaventuranzas. También estoy de acuerdo por el modo de encontrar la felicidad dictada por Santo Tomás de Aquino, este modo de alcanzarla se alcanza a través de la moral tomista que tiene sus raíces con la de Aristóteles pero tienen pequeñas diferencias. Según él se alcanza con la contemplación beatífica de Dios, de acuerdo con su concepción trascendente del ser humano. Otros postulados por llamarlos de alguna manera de Santo Tomás son que La felicidad que el hombre puede alcanzar sobre la tierra, pues, es una felicidad incompleta que encuentra en el hombre el deseo mismo de contemplar a Dios, no simplemente como causa primera, sino tal como es Él en su esencia. No obstante, dado que es el hombre particular y concreto el que siente ese deseo, hemos de encontrar en él los elementos que hagan posible la consecución de ese fin. También decir que este modo de alcanzar la felicidad tiene gran similitud con la ética aristotélica, ya que la forma de alcanzar la felicidad de Sto. Tomás tiene raíces aristotélicas, esto se muestra cuando no dice que actividad propiamente moral recae sobre la deliberación, es decir, sobre el acto de la elección de la conducta.
 Santo Tomás de Aquino.
Yo considero que esta es la verdadera felicidad, lógicamente los mandamientos son todos actos que se deben cumplir, hombre difieren en el grado de daño que se hace al cumplirse uno u otro, y si éstos se cumplieran la humanidad funcionaría mejor y se alcanzaría la verdadera felicidad, también que esta forma de alcanzarla yo creo que se parece mucho a lo que nos decía Aristóteles la felicidad consiste en hacer el bien, y la religión nos dice que si hacemos el bien seremos felices porque alcanzaremos la vida eterna, es parecido.




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