martes, 14 de mayo de 2013

Ropa limpia.

Una vez más y fuera de nuestras fronteras se ha producido una auténtica catástrofe humana. Varios centenares  de vidas humanas han dejado de latir en Bangladesh, al venir abajo un edificio de varias plantas. En él trabajaban cientos de personas  en el sector textil.

La noticias antes relatada pasaría de puntillas por la prensa occidental como tantas otras. Pero en esta ocasión la tragedia tiene muchas lecturas y varias reflexiones.  El edificio derrumbado albergaba a centenares de personas, que con horarios larguísimos de trabajo  se dedicaban al mundo de la confección textil. Sus condiciones laborales eran tercermundistas y al final ha ocurrido lo que se esperaba, el desplome del edificio y la pérdida de vidas humanas.

Lo más grave del asunto está en la trastienda de lo ocurrido, y es que varias firmas  españolas, más en concreto y según la organización no gubernamental "Ropa limpia", el Corte Inglés y Mango , tenían allí miles de etiquetas oficiales con el fin de pegárselas a los productos terminados. Al final los consumidores occidentales nos pondríamos esas camisas, pantalones o chaquetas, y presumiríamos de bonitos y baratos. Pero la tragedia ha ocurrido a miles de kilómetros. Son muchas las vidas que se han perdido para que otras allende de aquel lugar disfruten de sus inhumanos trabajos. No hay justicia en el mundo y desde aquí le ponemos palabras y razones a la injusticia ocurrida en Bangladesh.

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