Si una persona no es
libre por sí mismo y necesita o depende de otro para cobrar una ayuda
económica, estamos - en una situación de esclavitud, de donde somos un esclavo,
en términos objetivos. Bien es verdad, que la anterior situación puede ser
todavía peor y más grave, así el parado total sin cobertura de desempleo ni
otro tipo de ayuda es un esclavo en peor circunstancia, lo mismo podemos decir
de las prostitutas, o de los niños que trabajan o de esos que tienen una
jornada laboral de doce horas. Estos resultados son la aplicación del
capitalismo liberal cuyos objetivos son la rentabilidad, el beneficio y
el dinero. El hombre-esclavo existe hoy en día, y además no puede rechazar su
situación pues de lo contrario irá a peor. Es verdad, y así lo señalamos,
que en otras épocas también existió la esclavitud, si bien en nuestros días se
evidencia una gran raya en la economía, así existe una clase explotada y
otra explotadora. Y ese esclavo está edificando ciudades, abriendo canales,
trazando rutas o levantando catedrales.
Es la técnica la que
permite que los más fuertes dominen a los más débiles, y esto incluso ahora en
la era de internet. La técnica está al servicio de los medios de producción, y
solo interesan los beneficios que se les da después a los accionistas. Aquí los
inversores siempre ganan, las empresas se hacen más fuertes, y a los
trabajadores se les señala el camino que tienen que tomar "consumir y
consumir y hacer circular el dinero y no producir bienes de equipos
duraderos".
En este contexto cabe
hacerse una pregunta: ¿tenemos alternativa ante el abuso alienante de
la técnica? Un filósofo llamado Marcuse, señala que es posible invertir
los términos en la economía para hacer una sociedad más justa, más humana y más
feliz y donde la esclavitud no exista. Y a lo anterior llegaremos según Marcuse
cuando la maquina la pongamos al servicio del el hombre y este tenga o este
menos tiempo en el puesto de trabajo, pues se producirán bienes de equipos que
sean duraderos y necesarios y donde no cabe el principio de producir más para
vender más. También será necesario que el trabajo no sea penoso ni nocivo y
aboliremos las tareas repetitivas. Se trata de que la maquina este al servicio
del el hombre y no el hombre al servicio de la maquina, a todo esto lo
podríamos llamar "tecnología humanista", donde estaríamos ante una
sociedad con mas ocio y con menos horas en el puesto de trabajo. En resumen la
teoría de Marcuse sostiene que si los hombres gastan menos energía y fuerza en
producir solo lo que es esencial para sus vidas, trabajaríamos dos o tres horas
al día, consumiríamos lo básico y jamás iríamos almacenando cosas y cosas y ya
la tiranía del capitalismo liberal no tendría sentido de consumir y consumir.
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